La Presencia de Dios
Este capítulo final es la culminación de la misión de Dios en el Éxodo: crear un espacio sagrado para morar entre su pueblo. Es toda la historia de las Escrituras, y ver el movimiento de Dios hacia nosotros —desde el Jardín, hasta Jesús, hasta Pentecostés— debería ayudarnos a mirar con esperanza hacia la expresión definitiva de la presencia de Dios con nosotros en el nuevo Cielo y la nueva Tierra.