DÍA 3: Viviendo para Su Gloria
Versículo Clave
Así que, sea que coman o beban o cualquier otra cosa que hagan, háganlo todo para la gloria de Dios.
1 Corintios 10:31
Lectura
Este pasaje destaca la importancia de vivir con consideración hacia los demás y la búsqueda de la gloria de Dios en nuestras acciones cotidianas.
Ustedes dicen: «Se me permite hacer cualquier cosa», pero no todo les conviene. Dicen: «Se me permite hacer cualquier cosa», pero no todo trae beneficio. No se preocupen por su propio bien, sino por el bien de los demás.
Así que pueden comer cualquier carne que se venda en el mercado sin preguntar nada por motivos de conciencia. Pues «la tierra es del Señor y todo lo que hay en ella».
Si alguien que no es creyente los invita a cenar a su casa, acepten la invitación si desean. Coman todo lo que les ofrezcan sin preguntar nada por motivos de conciencia. (Pero supongamos que alguien les dice: «Esta carne se ofreció a un ídolo». No la coman, por respeto a la conciencia del que lo dijo. Tal vez no sea una cuestión de conciencia para ustedes, pero lo es para la otra persona). Pues, ¿por qué tendría que ser restringida mi libertad por lo que piense otra persona? Si puedo darle gracias a Dios por la comida y disfrutarla, ¿por qué debería ser condenado por comerla?
Así que, sea que coman o beban o cualquier otra cosa que hagan, háganlo todo para la gloria de Dios. No ofendan a los judíos ni a los gentiles ni a la iglesia de Dios. Yo también trato de complacer a todos en todo lo que hago. No hago solo lo que es mejor para mí; hago lo que es mejor para otros a fin de que muchos sean salvos.
1 Corintios 10:23-33
Reflexiona
Al conectar este devocional con los anteriores, vemos que la creación (como se discutió en Génesis y Colosenses) nos coloca en una posición de responsabilidad. Vivir para la gloria de Dios implica que todas nuestras acciones, desde lo más cotidiano hasta lo más significativo, deben reflejar Su carácter y grandeza. Esto no se limita a las acciones externas; también abarca nuestros pensamientos y motivaciones internas.
En un mundo que promueve el egoísmo, somos llamados a una vida de adoración y servicio. Rendir cada aspecto de nuestra vida al señorío de Cristo permite que Su Espíritu nos transforme, dándonos propósito y significado. Así, nos convertimos en instrumentos de Su gracia, reflejando Su amor y verdad en nuestro entorno, similar a lo que hemos aprendido sobre depender de Su poder.
Oración
Señor, quiero que mi vida refleje Tu gloria en todo lo que hago. Ayúdame a rendir cada área de mi vida a Ti, permitiendo que Tu Espíritu me transforme. Que mis acciones, pensamientos y deseos sean un reflejo de Tu amor y verdad. Amén.