DÍA 3: Un Llamado al Arrepentimiento

DÍA 3: Un Llamado al Arrepentimiento

Lectura

Sin embargo, los que no murieron en esas plagas aun así rehusaron arrepentirse de sus fechorías y volverse a Dios. Siguieron rindiendo culto a demonios y a ídolos hechos de oro, plata, bronce, piedra y madera, ¡ídolos que no pueden ni ver ni oír ni caminar! Esa gente no se arrepintió de sus asesinatos ni de su brujería ni de su inmoralidad sexual ni de sus robos.

Apocalipsis 9:20-21

En medio de los juicios de Dios, muchos continúan endureciendo su corazón y negándose a arrepentirse. Este pasaje nos muestra la realidad de un mundo que rechaza a Dios incluso frente a su disciplina. Sin embargo, también nos recuerda que el arrepentimiento sigue siendo una oportunidad abierta para aquellos que escuchan su llamado.

Versículo Clave

Sin embargo, los que no murieron en esas plagas aun así rehusaron arrepentirse de sus fechorías y volverse a Dios. Siguieron rindiendo culto a demonios y a ídolos hechos de oro, plata, bronce, piedra y madera, ¡ídolos que no pueden ni ver ni oír ni caminar!

Apocalipsis 9:20

Reflexiona

El libro de Apocalipsis nos revela la soberanía de Dios sobre la historia y la seriedad del juicio divino. En estos versículos, vemos que el pecado endurece el corazón al punto de rechazar la corrección de Dios. Esto nos confronta con una pregunta clave:

¿Cómo respondemos a la disciplina y el llamado de Dios en nuestra vida?

El arrepentimiento no es solo para quienes nunca han conocido a Dios, sino también para su iglesia. Es un llamado constante a alejarnos del pecado y volvernos a Él.

-¿En qué áreas de tu vida Dios te está llamando a arrepentirte antes de que tu corazón se endurezca?

-¿Cómo puedes vivir con un corazón sensible a la voz de Dios en medio de un mundo que lo rechaza?

Oración

Señor, abre mis ojos para reconocer tu llamado al arrepentimiento. No permitas que mi corazón se endurezca ante tu corrección. Dame humildad para volverme a ti cada día y vivir en fidelidad a tu palabra. Que mi vida refleje el cambio que tú deseas ver en mí. Amén.