DÍA 2: Protección para el Pueblo de Dios

DÍA 2: Protección para el Pueblo de Dios

Lectura

Después vi a cuatro ángeles que estaban de pie en las cuatro esquinas de la tierra. Sujetaban los cuatro vientos para que no soplaran sobre la tierra ni sobre el mar ni sobre ningún árbol. Vi a otro ángel que subía del oriente llevando el sello del Dios viviente. Gritó a los cuatro ángeles que habían recibido poder para dañar la tierra y el mar: «¡Esperen! No hagan daño a la tierra ni al mar ni a los árboles hasta que hayamos puesto el sello de Dios en la frente de sus siervos».

Y oí el número de los que fueron marcados con el sello de Dios. Fueron sellados 144.000 de todas las tribus de Israel:

de la tribu de Judá 12.000

de la tribu de Rubén 12.000

de la tribu de Gad 12.000

de la tribu de Aser 12.000

de la tribu de Neftalí 12.000

de la tribu de Manasés 12.000

de la tribu de Simeón 12.000

de la tribu de Leví 12.000

de la tribu de Isacar 12.000

de la tribu de Zabulón 12.000

de la tribu de José 12.000

de la tribu de Benjamín 12.000

Apocalipsis 7:1-8

Juan describe cómo Dios ordena a los ángeles que detengan los juicios hasta que sus siervos sean sellados. Este sello es una señal de pertenencia y protección divina, asegurando que, aunque haya tribulación en la tierra, Dios cuida de los suyos y los guarda para la eternidad.

Versículo Clave

«¡Esperen! No hagan daño a la tierra ni al mar ni a los árboles hasta que hayamos puesto el sello de Dios en la frente de sus siervos».

Apocalipsis 7:3

Reflexiona

El sello de Dios representa su protección y garantía de salvación. Aunque los creyentes puedan enfrentar pruebas y dificultades, su destino eterno está seguro en Cristo. Esto nos anima a vivir con confianza y perseverancia en la fe.

-¿De qué manera has experimentado la protección de Dios en tu vida?

-¿Cómo puedes fortalecer tu fe para perseverar en tiempos de prueba, sabiendo que estás sellado por Dios?

Oración

Padre celestial, gracias por tu protección y por sellarme como tuyo. Ayúdame a perseverar en la fe, confiando en que tú me sostienes en medio de las pruebas. Que mi vida refleje la seguridad que tengo en ti. Amén.