DÍA 1: La Majestad del Trono de Dios

DÍA 1: La Majestad del Trono de Dios

Lectura

Entonces, mientras miraba, vi una puerta abierta en el cielo, y la misma voz que había escuchado antes me habló como un toque de trompeta. La voz dijo: «Sube aquí, y te mostraré lo que tiene que suceder después de esto». Y al instante, yo estaba en el Espíritu y vi un trono en el cielo y a alguien sentado en él. El que estaba sentado en el trono brillaba como piedras preciosas: como el jaspe y la cornalina. El brillo de una esmeralda rodeaba el trono como un arco iris. Lo rodeaban veinticuatro tronos en los cuales estaban sentados veinticuatro ancianos. Todos vestían de blanco y tenían una corona de oro sobre la cabeza. Del trono salían relámpagos y estruendo de truenos. Delante del trono había siete antorchas con llamas encendidas; esto es el Espíritu de Dios de siete aspectos. Delante del trono también había un mar de vidrio brillante, reluciente como el cristal.

En el centro y alrededor del trono había cuatro seres vivientes, cada uno cubierto de ojos por delante y por detrás.

Apocalipsis 4:1-6

Después de los mensajes a las siete iglesias, el capítulo 4 marca una transición en la visión de Juan. Mientras que los capítulos anteriores se enfocaron en la condición espiritual de la iglesia en la tierra, ahora Juan es llevado al cielo para ver la realidad eterna y la soberanía de Dios.

Versículo Clave

Y al instante, yo estaba en el Espíritu y vi un trono en el cielo y a alguien sentado en él.

Apocalipsis 4:2

Este verso marca el momento en que Juan es llevado en una visión al cielo. La frase “al instante, yo estaba en el Espíritu” indica que esta experiencia no es física, sino espiritual y sobrenatural, permitiéndole ver realidades que trascienden el mundo terrenal.

Esto nos recuerda que, sin importar lo que enfrentemos en la tierra, Dios sigue gobernando. El trono no está vacío. Dios está presente, activo y en control. Esta verdad nos da paz, confianza y esperanza.

Reflexiona

La visión del trono celestial nos recuerda que, sin importar lo que ocurra en la tierra, Dios sigue en control. Este pasaje nos invita a:

Vivir con una perspectiva eterna, Juan fue llamado a mirar más allá de la tierra y enfocarse en el cielo. ¿Dónde está nuestra mirada? ¿Nos dejamos consumir por las preocupaciones temporales?

Rendirnos ante la soberanía de Dios, El trono de Dios es inamovible. Él gobierna sobre la historia, el tiempo y nuestras vidas. ¿Nos sometemos a Su voluntad con confianza?

Oración

Señor, abre mis ojos para ver tu gloria como Juan la vio. Ayúdame a recordar que tú sigues en tu trono, gobernando con poder y justicia. Que mi vida refleje adoración, confianza y entrega total a ti. Permíteme vivir cada día con la certeza de que tu reino es eterno y tu voluntad es perfecta. Amén.