DÍA 1: Reconociendo Nuestra Condición

DÍA 1: Reconociendo Nuestra Condición

Lectura

»Escribe esta carta al ángel de la iglesia de Laodicea. Este es el mensaje de aquel que es el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la nueva creación de Dios:

»Yo sé todo lo que haces, que no eres ni frío ni caliente. ¡Cómo quisiera que fueras lo uno o lo otro!; pero ya que eres tibio, ni frío ni caliente, ¡te escupiré de mi boca! Tú dices: “Soy rico, tengo todo lo que quiero, ¡no necesito nada!”. Y no te das cuenta de que eres un infeliz y un miserable; eres pobre, ciego y estás desnudo.

Apocalipsis 3:14-17

Versículo Clave

Tú dices: “Soy rico, tengo todo lo que quiero, ¡no necesito nada!”. Y no te das cuenta de que eres un infeliz y un miserable; eres pobre, ciego y estás desnudo.

Apocalipsis 3:17

Reflexiona

Jesús se presenta a la iglesia de Laodicea como el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la nueva creación de Dios (v.14). Esta introducción es clave, porque enfatiza que lo que Él está a punto de decir no es una opinión, sino la verdad absoluta.

La iglesia de Laodicea creía estar en una buena posición: eran prósperos, autosuficientes y creían no necesitar nada. Sin embargo, Jesús les muestra su verdadera condición: eran tibios, lo que significa que su fe se había vuelto indiferente y sin pasión. Peor aún, ellos no se daban cuenta de su estado, lo que los hacía espiritualmente vulnerables.

El problema no era su riqueza material en sí, sino que ésta les había hecho creer que estaban bien espiritualmente, cuando en realidad estaban en bancarrota ante Dios. Jesús no tolera la tibieza (v.16), pues una fe sin compromiso es más peligrosa que la oposición directa.

Este mensaje es una advertencia para nosotros hoy: ¿Nos hemos vuelto complacientes en nuestra fe? ¿Dependemos más de nuestros logros y estabilidad que de Dios? La verdadera riqueza no está en lo que tenemos, sino en nuestra relación con Cristo.

Preguntas de Reflexión

¿Cómo puedo saber si mi vida espiritual se ha vuelto tibia?

¿En qué áreas de mi vida me estoy apoyando más en mis propios recursos que en Dios?

¿Qué cambios necesito hacer para vivir con una fe más apasionada y dependiente de Cristo?

Oración

Señor, examina mi corazón y muéstrame si he caído en la tibieza espiritual. No quiero ser autosuficiente ni depender de mis propios logros. Ayúdame a reconocer mi verdadera necesidad de ti y a buscarte con todo mi ser. Enciende en mí una fe genuina y apasionada, y que mi seguridad no esté en lo que poseo, sino en tu gracia y verdad. Amén.