DÍA 1: El Juicio Viene

DÍA 1: El Juicio Viene

Lectura

Luego vi a un ángel que bajaba del cielo con la llave del abismo sin fondo y una pesada cadena en la mano. Sujetó con fuerza al dragón—la serpiente antigua, quien es el diablo, Satanás—y lo encadenó por mil años. El ángel lo lanzó al abismo sin fondo y lo encerró con llave para que Satanás no pudiera engañar más a las naciones hasta que se cumplieran los mil años. Pasado ese tiempo, debe ser soltado por un poco de tiempo.

Apocalipsis 20:1-3

Digan a todas las naciones: «¡El Señor reina!».

El mundo permanece firme y no puede ser sacudido.

Él juzgará a todos los pueblos con imparcialidad.

¡Que los cielos se alegren, y la tierra se goce!

¡Que el mar y todo lo que contiene exclamen sus alabanzas!

¡Que los campos y sus cultivos estallen de alegría!

Que los árboles del bosque canten de alegría

delante del Señor, ¡porque él viene!

Viene a juzgar la tierra.

Juzgará al mundo con justicia

y a las naciones con su verdad.

Salmo 96:10-13

En la primera lectura, Juan describe una escena apocalíptica en la que un ángel desciende del cielo con la llave del abismo y encadena a Satanás por mil años. Durante ese tiempo, el diablo no podrá engañar a las naciones hasta que se cumpla ese periodo, tras el cual será soltado por un poco de tiempo. Esta imagen nos recuerda que el mal no triunfa para siempre; Dios tiene dominio absoluto sobre toda fuerza espiritual.

En la Segunda lectura, el salmista proclama que el Señor reina, que el mundo permanece firme por su soberanía, y que Él juzgará a los pueblos con justicia. Toda la creación —los cielos, el mar, el campo y los árboles— se regocija ante la venida del Señor, quien vendrá a juzgar con verdad y equidad. Este pasaje celebra la esperanza de un juicio justo que renovará la tierra.

Versículo Clave

Vi a los muertos, tanto grandes como pequeños, de pie delante del trono de Dios. Los libros fueron abiertos, entre ellos el libro de la vida. A los muertos se les juzgó de acuerdo a las cosas que habían hecho, según lo que estaba escrito en los libros.

Apocalipsis 20:12

Reflexiona

El juicio de Dios es una realidad que nos llama a vivir con integridad y santidad. En un mundo donde la injusticia parece prevalecer, podemos encontrar consuelo en saber que Dios tiene la última palabra. Este conocimiento debe motivarnos a vivir vidas dedicadas a Dios, no solo para evitar el juicio, sino para vivir en la plenitud de su propósito. Reflexiona sobre cómo estás viviendo hoy y si tus acciones reflejan la justicia y santidad de Dios.

El juicio de Dios no es una amenaza terrorífica, sino una esperanza para los que confían en su justicia. Los que han sido olvidados, maltratados o silenciados en este mundo injusto verán un día al Juez verdadero hacer lo correcto.

Esta verdad nos llama a vivir en integridad, conscientes de que nuestras acciones, intenciones y decisiones están escritas en los libros del cielo. Pero también está el Libro de la Vida, donde se encuentran los nombres de los redimidos en Cristo.

¿Vives como alguien que sabe que un día estará ante el trono de Dios?

Preguntas de Aplicación:

-¿Cómo afecta tu manera de vivir diaria el saber que cada acción será traída a juicio por Dios?

-¿En qué áreas estás tolerando injusticias personales o pecados ocultos pensando que nadie lo ve?

-¿Tu vida refleja más temor a la opinión de los hombres que reverencia al juicio de Dios?

Oración

Señor justo y misericordioso, gracias porque en ti no hay injusticia ni olvido. Ayúdame a vivir con la conciencia de que un día estaré delante de tu trono. Enséñame a alinear mis pensamientos, acciones y decisiones a tu verdad. Que mi vida entera sea testimonio de tu justicia. Amén.