DÍA 4: El Juicio y la Esperanza

DÍA 4: El Juicio y la Esperanza

Lectura

Y vi a otro ángel, que volaba por el cielo y llevaba la eterna Buena Noticia para proclamarla a los que pertenecen a este mundo: a todo pueblo y toda nación, tribu y lengua. «Teman a Dios—gritaba—. Denle gloria a él, porque ha llegado el tiempo en que ocupe su lugar como juez. Adoren al que hizo los cielos, la tierra, el mar y todos los manantiales de agua».

Luego otro ángel lo siguió por el cielo mientras gritaba: «Babilonia ha caído—cayó esa gran ciudad—porque hizo que todas las naciones del mundo bebieran el vino de su apasionada inmoralidad».

Después un tercer ángel los siguió mientras gritaba: «Todo el que adore a la bestia y a su estatua o acepte su marca en la frente o en la mano tendrá que beber el vino de la ira de Dios, que se ha servido sin diluir en la copa del furor de Dios. Ellos serán atormentados con fuego y azufre ardiente en presencia de los ángeles santos y del Cordero. El humo de su tormento subirá por siempre jamás, y no tendrán alivio ni de día ni de noche, porque adoraron a la bestia y a su estatua y aceptaron la marca de su nombre».

Esto significa que el pueblo de Dios tiene que soportar la persecución con paciencia, obedeciendo sus mandamientos y manteniendo la fe en Jesús.

Y oí una voz del cielo que decía: «Escribe lo siguiente: benditos son los que de ahora en adelante mueran en el Señor. El Espíritu dice: “Sí, ellos son en verdad benditos, porque descansarán de su arduo trabajo, ¡pues sus buenas acciones los siguen!”».

Entonces vi una nube blanca y sentado en la nube estaba alguien parecido al Hijo del Hombre. Tenía una corona de oro en la cabeza y en la mano una hoz afilada.

Entonces vino otro ángel desde el templo y le gritó al que estaba sentado en la nube: «Da rienda suelta a la hoz, porque ha llegado el tiempo para cosechar; ya está madura la cosecha en la tierra». Y el que estaba sentado en la nube pasó la hoz sobre la tierra, y toda la tierra fue cosechada.

Después vino otro ángel desde el templo que está en el cielo, y él también tenía una hoz afilada. Luego otro ángel, que tenía poder para destruir con fuego, vino desde el altar y le gritó al ángel que tenía la hoz afilada: «Pasa ahora tu hoz y junta los racimos de los viñedos de la tierra, porque las uvas ya están maduras para el juicio». Así que el ángel pasó su hoz sobre la tierra y echó las uvas en el gran lagar de la ira de Dios. Las uvas fueron pisadas en el lagar fuera de la ciudad, y del lagar brotó un río de sangre de unos trescientos kilómetros de largo que llegaba hasta los frenos de un caballo.

Apocalipsis 14:6-20

En este pasaje vemos tres ángeles que proclaman mensajes poderosos al mundo: un llamado al arrepentimiento, un anuncio del juicio de Dios y una advertencia contra adorar a la bestia. Luego, la visión se mueve hacia la cosecha final: una imagen gráfica del juicio venidero. Esta sección resalta que Dios no pasará por alto la maldad, pero también muestra que Él sostiene con esperanza a los suyos en medio de la presión del mundo.

Versículo Clave

Esto significa que el pueblo de Dios tiene que soportar la persecución con paciencia, obedeciendo sus mandamientos y manteniendo la fe en Jesús.

Apocalipsis 14:12

Reflexiona

Este texto nos sitúa en un momento crítico: el juicio de Dios está cerca, y todos los habitantes de la tierra deben elegir. Los que siguen a la bestia enfrentarán la ira divina, pero los que pertenecen a Cristo están llamados a perseverar con fe, obediencia y esperanza. La paciencia no es pasividad; es la firme decisión de seguir fieles en medio del sufrimiento.

La fidelidad en tiempos difíciles no nace de la fuerza humana, sino de una relación constante con Jesús, quien ya venció. Él nos capacita para resistir la tentación de ceder ante los sistemas corruptos del mundo. Esta fidelidad visible se convierte en una señal viva para otros: cuando el mundo observa a un creyente que sufre con esperanza, se abre una puerta al testimonio del Evangelio.

-¿Estoy cultivando una vida de obediencia y fe para cuando lleguen las pruebas?

-¿Qué cosas pueden estar debilitando mi paciencia espiritual?

-¿Cómo puedo ser luz y esperanza para otros cuando enfrentamos presión o rechazo?

Oración

Padre Santo, en medio de un mundo que muchas veces se opone a Ti, ayúdame a mantenerme firme en la fe. Enséñame a esperar con paciencia y a obedecer con gozo. Que mi vida hable de Tu esperanza, incluso en las pruebas. Fortalece mi corazón y hazme un reflejo de Tu fidelidad. En el nombre de Jesús, Amén.