DÍA 2: La Soberanía de Cristo

Lectura

Yo, Juan, les escribo esta carta a las siete iglesias que están en la provincia de Asia.

Gracia y paz a ustedes de aquel que es, que siempre era y que aún está por venir; y del Espíritu de siete aspectos que está delante de su trono; y de Jesucristo. Él es el testigo fiel de estas cosas, el primero en resucitar de los muertos y el gobernante de todos los reyes del mundo.

Toda la gloria sea al que nos ama y nos ha libertado de nuestros pecados al derramar su sangre por nosotros. Él ha hecho de nosotros un reino de sacerdotes para Dios, su Padre. ¡A él sea toda la gloria y el poder por siempre y para siempre! Amén.

¡Miren! Él viene en las nubes del cielo.
Y todos lo verán,
incluso aquellos que lo traspasaron.
Y todas las naciones del mundo
se lamentarán por él.
¡Sí! ¡Amén!

«Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin—dice el Señor Dios—. Yo soy el que es, que siempre era y que aún está por venir, el Todopoderoso».

Apocalipsis 1:4-8

Versículo Clave

«Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin—dice el Señor Dios—. Yo soy el que es, que siempre era y que aún está por venir, el Todopoderoso».

Apocalipsis 1:8

Reflexiona

En Apocalipsis, Cristo se revela como el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Esta declaración de Su soberanía nos asegura que Él está en control de toda la historia y de nuestras vidas. No importa lo que enfrentemos, podemos confiar en que Cristo es el Todopoderoso, quien gobierna sobre todo. Esta verdad nos invita a vivir sin temor, sabiendo que estamos en las manos de un Dios amoroso y poderoso. Al reconocer Su soberanía, somos llamados a rendirnos a Su voluntad y a vivir para Su gloria.

Oración

Dios Todopoderoso, reconocemos Tu soberanía sobre nuestras vidas y el mundo. Ayúdanos a confiar en Ti en todo momento, sabiendo que Tú eres el principio y el fin. Que nuestras vidas sean un testimonio de Tu poder y amor. Amén.