DÍA 4: En la noche más oscura, aún brilla la promesa: La luz reservada para los que escuchan
Lectura
Antiguo Testamento: Éxodo 10:21-29
La penúltima plaga es la oscuridad total sobre Egipto; por tres días, nadie puede moverse salvo los israelitas, que tienen luz en sus viviendas. El endurecimiento llega al máximo: Faraón rechaza incluso la última oportunidad y desestima a Moisés.
Nuevo Testamento: Juan 8:12
Jesús proclama ser la luz del mundo, ofreciendo dirección y vida a quienes le siguen aún en los tiempos más oscuros.
Versículo Clave
Durante todo ese tiempo las personas no pudieron verse unas a otras ni se movieron. Sin embargo, la luz no faltó en ningún momento donde vivían los israelitas.
Éxodo 10:23
Reflexiona
La oscuridad que cayó sobre Egipto era física y espiritual: el aislamiento, la impotencia y el miedo fueron totales. Sin embargo, Dios prepara un ambiente diferente para quienes le escuchan: luz, comunidad y esperanza. En la vida cristiana, las temporadas de tinieblas no son ajenas, pero Cristo es nuestra luz y refugio constante.
Juan nos llama a seguir al Salvador que no solo nos libra de la oscuridad, sino que la transforma en oportunidad para crecer, madurar y contagiar esperanza. ¿Cómo vivir y modelar esa confianza aun en trabajo, familia o iglesia cuando todo parece apagado?
Refuerza el aprendizaje pidiendo que imaginen momentos de confusión o angustia: ¿Quién o qué fue luz en ese tiempo? ¿Qué prácticas pueden ayudar a permanecer en la luz (orar, confesar, servir, buscar comunión)?
El mundo necesita testigos que reflejen la luz recibida, mostrando que las tinieblas nunca tienen la última palabra, sino que la promesa de Dios sostiene y dirige a quienes le siguen.
Preguntas de reflexión:
-¿Cómo experimento la luz de Cristo en medio de circunstancias confusas o difíciles?
-¿De qué manera puedo ser luz para otros en tiempos críticos?
-¿Qué promesa de Dios necesito recordar y aferrar para atravesar la próxima “noche oscura” con esperanza renovada?