DÍA 4: Dios usa lo débil para lo imposible

DÍA 4: Dios usa lo débil para lo imposible

Lectura

Antiguo Testamento: Éxodo 7:1–13

Dios confirma a Moisés como su mensajero ante el faraón. Le promete que, aunque el faraón no escuche, Él mostrará sus señales y liberará a Israel. A pesar de sus inseguridades pasadas, Moisés y Aarón obedecen. Dios transforma su debilidad en instrumento de autoridad. En el enfrentamiento inicial con los magos de Egipto, la vara de Aarón traga las varas convertidas en serpientes, dejando claro que el poder de Dios es superior.

Nuevo Testamento: 1 Corintios 1:26–29

Pablo recuerda a los creyentes que Dios no elige lo sabio ni lo fuerte según los estándares del mundo. Él escoge lo débil, lo despreciado, lo que no cuenta, para que nadie se jacte delante de Él. Su poder se perfecciona en nuestra debilidad.

Versículo Clave

En cambio, Dios eligió lo que el mundo considera ridículo para avergonzar a los que se creen sabios. Y escogió cosas que no tienen poder para avergonzar a los poderosos.

1 Corintios 1:27

Reflexiona

Dios no necesitaba a Moisés, pero lo eligió. No porque Moisés fuera valiente, elocuente o influyente, sino precisamente porque no lo era. Lo mismo ocurre contigo y conmigo. Dios no busca habilidades sobresalientes, sino corazones disponibles y dispuestos.

En Éxodo 7, Moisés y Aarón obedecen a pesar de lo intimidante de la tarea. Dios les dice: “Yo te haré como Dios para el faraón”. No significa que Moisés se convierta en Dios, sino que actuará con autoridad divina delegada. Lo imposible se convierte en posible cuando Dios está detrás del llamado.

Pablo nos recuerda en 1 Corintios que Dios siempre ha trabajado así: escoge lo que el mundo considera sin valor. ¿Por qué? Porque su gloria brilla más cuando usa a los que otros descartan. Si te sientes débil, sin influencia, con temor o sin recursos, estás en el mejor lugar para ser usado por Dios.

Pero eso requiere una decisión: obedecer a pesar del miedo, hablar aunque tiemble la voz, dar pasos aunque el camino no esté claro. La obediencia de Moisés no sólo abrió el camino a milagros; afirmó su identidad como siervo de Dios.

¿Y tú? ¿Dónde estás dudando de ti mismo? Quizás Dios no está esperando que seas más fuerte, sino que confíes más en Él.

Preguntas de Reflexión:

-¿Qué áreas de debilidad personal has creído que te descalifican para servir a Dios?

-¿De qué manera puedes obedecer a Dios hoy, aun si no tienes todas las respuestas o recursos?

-¿Qué te impide creer que Dios quiere usarte para algo más grande que tú mismo?

Oración

Señor, gracias por no desechar mi debilidad, sino por usarla como una plataforma para mostrar tu poder. Ayúdame a confiar en ti más que en mis capacidades. Llévame a obedecer incluso cuando no me sienta listo. Úsame para tus propósitos eternos. En el nombre de Jesús. Amén.