DÍA 2: Una Nueva Identidad
Lectura
Antiguo Testamento: Éxodo 7:1-7
Dios reafirma su llamado a Moisés y Aarón, asegurándoles que hablarán en su nombre y que el faraón no los escuchará, pero esto servirá para que Egipto vea su poder. En este proceso, Israel no solo sería liberado físicamente, sino también formado espiritualmente como el pueblo del pacto. Dios está trabajando para formar una nueva identidad en ellos como su pueblo escogido.
Nuevo Testamento: 2 Corintios 5:17–21
Pablo enseña que, al estar en Cristo, dejamos atrás la vieja naturaleza y nos convertimos en nuevas criaturas. Esta transformación no solo nos da una nueva identidad, sino también una misión: ser embajadores de la reconciliación, reflejando el carácter de Cristo ante el mundo.
Versículo Clave
Esto significa que todo el que pertenece a Cristo se ha convertido en una persona nueva. La vida antigua ha pasado; ¡una nueva vida ha comenzado!
2 Corintios 5:17
Reflexiona
Cuando Dios envía a Moisés a liberar a Israel, no solo los está sacando de Egipto. Está formando un nuevo pueblo. Uno que dejaría atrás la esclavitud, no solo externa, sino también interna. Israel debía pasar de ser una nación esclava a una nación santa. Dios quería más que liberación: quería transformación.
Lo mismo ocurre con nosotros. Cuando venimos a Cristo, no solo somos “perdonados” de nuestros pecados. Somos hechos nuevos. Ya no nos definimos por nuestro pasado, nuestros errores o nuestras etiquetas humanas. Nuestra identidad cambia radicalmente: somos hijos de Dios, coherederos con Cristo, y embajadores de su Reino.
Pero aquí está el reto: muchas veces queremos la libertad, pero no queremos la transformación. Queremos salir de Egipto, pero seguimos pensando como esclavos. Queremos el perdón, pero seguimos aferrados a actitudes, hábitos o maneras de pensar que no reflejan nuestra nueva naturaleza.
Ser una nueva criatura implica un cambio de mentalidad y un cambio de misión. No vivimos para nosotros mismos, sino para Aquel que nos amó y nos llamó. Nuestra identidad ya no está en lo que hacemos, ni en lo que los demás dicen, ni en lo que fallamos… sino en lo que Cristo hizo por nosotros.
La pregunta que Dios hace hoy no es solo “¿De qué te he liberado?”, sino “¿Quién estás llamado a ser?”. ¿Estás caminando como un hombre o mujer redimido? ¿O sigues viviendo con cadenas invisibles de una identidad pasada?
Preguntas de Reflexión
-¿Qué pensamientos, hábitos o patrones sigues cargando de tu “vieja vida” que no reflejan tu nueva identidad en Cristo?
-¿De qué manera puedes vivir hoy como alguien “enviado” por Dios a tu entorno como embajador de su gracia?
-¿Qué cambiaría si realmente creyeras que eres una “nueva creación” y no una versión mejorada del “yo” anterior?
Oración
Padre celestial, gracias por no solo rescatarme, sino también transformarme. Ayúdame a dejar atrás la mentalidad de esclavitud y abrazar por completo la nueva identidad que me has dado en Cristo. Enséñame a vivir como alguien que refleja tu carácter y que representa tu Reino en cada lugar. Hazme coherente con lo que soy en ti. En el nombre de Jesús, amén.