DÍA 4: Dios usa Nuestra Debilidad
Lectura
Antiguo Testamento: Éxodo 4:10–17
En Éxodo, Moisés insiste en que no es elocuente, tratando de excusarse de su llamado. Dios le responde con firmeza: Él creó la boca, y Él será quien lo capacite. Aun así, Dios le concede a Aarón como ayuda.
Lectura del Nuevo Testamento: 2 Corintios 12:7–10
En 2 Corintios, Pablo comparte cómo rogó al Señor que quitara su debilidad, pero Dios le respondió: “Mi poder se perfecciona en la debilidad.”
Versículo Clave
Cada vez él me dijo: «Mi gracia es todo lo que necesitas; mi poder actúa mejor en la debilidad». Así que ahora me alegra jactarme de mis debilidades, para que el poder de Cristo pueda actuar a través de mí.
2 Corintios 12:9
Reflexiona
Moisés no dudaba del poder de Dios, sino de su capacidad personal. Su temor no era teológico, sino profundamente humano. ¿Quién no ha sentido que no es suficiente para la tarea que Dios le asigna? Lo impactante de este pasaje es que Dios no elige a Moisés por su habilidad, sino a pesar de ella. Porque el centro de la historia no es Moisés… es Dios.
Así también nos pasa a nosotros: cuando Dios nos llama a liderar, servir, perdonar o cambiar, nuestra reacción suele ser como la de Moisés: “¿Y si no puedo?” Pero la gracia de Dios no busca perfección, busca disposición.
Pablo aprendió que sus debilidades no eran obstáculos, sino plataformas. Donde tú ves una limitación, Dios ve una oportunidad para mostrar su poder. La verdadera fuerza del creyente no está en su talento, sino en su dependencia.
Preguntas de Aplicación:
-¿Qué debilidad personal has estado usando como excusa para no obedecer a Dios?
-¿Cómo cambiaría tu perspectiva si vieras esa debilidad como un lugar donde Dios quiere mostrar su poder?
-¿Estás dispuesto a confiar en que la gracia de Dios es suficiente, incluso cuando no te sientes preparado?
Oración
Señor, reconozco mis limitaciones y temores, pero hoy quiero entregarlos a ti. Ayúdame a dejar de excusarme y empezar a confiar. Que tu poder se perfeccione en mi debilidad, y que mi vida sea una evidencia de tu gracia en acción. Amén.