DÍA 3: Obediencia a Medias, Riesgos Reales
Lectura
Antiguo Testamento: Éxodo 4:24–26
En Éxodo, mientras Moisés se dirige a Egipto, Dios lo enfrenta con una situación grave: ha descuidado obedecer un mandato claro de la circuncisión de su hijo, señal del pacto con Dios. Séfora, su esposa, interviene y corrige la omisión, salvando la vida de Moisés.
Nuevo Testamento: Santiago 1:22–25
En Santiago, el apóstol nos enseña que escuchar la Palabra sin ponerla en práctica nos engaña. La bendición no está en saber, sino en obedecer.
Versículo Clave
No solo escuchen la palabra de Dios; tienen que ponerla en práctica. De lo contrario, solamente se engañan a sí mismos.
Santiago 1:22
Reflexiona
Este pasaje incómodo de Éxodo nos muestra algo profundo: Dios toma muy en serio la obediencia. Moisés ya había dicho que sí al llamado de Dios, pero su obediencia era parcial. Descuidó un aspecto esencial: cumplir con el pacto que Dios había establecido con su pueblo. No fue un detalle menor, fue una falta crítica.
Muchas veces decimos “sí” a Dios, pero con condiciones. Aceptamos el llamado, pero no corregimos lo que sabemos que debemos cambiar. O servimos activamente, pero seguimos tolerando pequeñas desobediencias privadas. Este episodio nos recuerda que no hay neutralidad en el discipulado: lo que no obedecemos, nos estanca y a veces, nos pone en peligro espiritual.
La obediencia parcial también es desobediencia. El corazón de Dios no busca perfección, sino rendición total. Si hay algo que has estado posponiendo, justificando o ignorando, este puede ser tu momento para entregarlo por completo.
Preguntas de Aplicación:
-¿Hay áreas de tu vida dónde estás obedeciendo “a medias” a Dios?
-Qué hábitos, decisiones o relaciones necesitan alinearse con el pacto que tienes con el Señor?
-¿Qué pasos prácticos puedes dar hoy para mover tu fe de la intención a la acción?
Oración
Señor, no quiero vivir engañado pensando que escucharte es suficiente. Ayúdame a obedecerte con integridad, incluso en las cosas que he postergado. Revélame las áreas donde mi obediencia es parcial, y dame el valor para rendirme por completo a tu voluntad. Amén.