DÍA 4: Del Temor a la Fe

DÍA 4: Del Temor a la Fe

Lectura

Antiguo Testamento: Éxodo 4:18-31

En Éxodo 4:18–31, Moisés finalmente acepta el llamado de Dios y se dirige a Egipto. Aunque obedece, el temor aún lo acompaña. Dios le ha prometido estar con él, pero aún enfrenta la incertidumbre de su pasado, la amenaza del faraón, y la presión de la misión. Aun así, Moisés da un paso de fe, confiando en que no está solo.

Lectura del Nuevo Testamento: 2 Timoteo 1:6-7

En 2 Timoteo 1:6–7, Pablo exhorta a su joven discípulo Timoteo a avivar el don que Dios le ha dado, recordándole que el Espíritu que habita en él no es uno de temor o timidez, sino de poder, amor y autodisciplina. La valentía no nace de la personalidad, sino de la presencia de Dios en nosotros.

Versículo Clave

Pues Dios no nos ha dado un espíritu de temor y timidez, sino de poder, amor y autodisciplina.

2 Timoteo 1:7 (NTV)

Reflexiona

Obedecer a Dios no significa que ya no sentiremos miedo. Moisés lo demuestra claramente: acepta el llamado, pero va con temor. Y eso nos pasa a todos. El temor no desaparece mágicamente, pero no debe tener la última palabra.

A menudo, la razón por la que no avanzamos en nuestra fe no es porque no sabemos qué hacer, sino porque el temor nos paraliza: miedo al fracaso, miedo a lo que otros piensen, miedo a equivocarnos.

Pero Dios no nos ha dado ese espíritu. El temor no proviene de Él.

Dios nos ha equipado con poder para actuar, amor para conectar y autodisciplina para mantenernos firmes. Esto significa que, aunque el temor toque a la puerta, el Espíritu de Dios en nosotros es más fuerte.

Y si ese Espíritu está en ti, entonces también está en ti el coraje necesario para hablar, servir, perdonar, liderar, discipular, cambiar de rumbo o simplemente dar el siguiente paso.

Como Moisés, quizá tu obediencia venga acompañada de dudas, pero que nunca falte tu decisión de seguir a Dios a pesar del miedo.

Preguntas de Aplicación:

-¿Qué situaciones específicas estás evitando por temor, aunque sabes que Dios te ha llamado a actuar?

-¿Estás permitiendo que el miedo controle tus decisiones más que el poder del Espíritu que habita en ti?

-¿Qué pasos puedes tomar esta semana para “avivar el don” que Dios te ha dado y comenzar a caminar con más firmeza y fe?

Oración

Señor, reconozco que muchas veces he dejado que el temor tenga más peso que tu llamado. Hoy decido confiar en tu promesa, no en mis inseguridades. Reemplaza mi temor con tu poder, llena mi corazón de tu amor y fortalece mi espíritu con disciplina. Ayúdame a caminar con valentía y a usar los dones que me diste para tu gloria. Amén.