DÍA 2: La Presencia de Dios en el Desierto
Lectura
Antiguo Testamento: Éxodo 3:13-22
En Éxodo 3:13–22, Moisés se enfrenta a una inquietud legítima: “¿Quién eres? ¿Qué digo que me envió?” Dios responde con una de las declaraciones más poderosas en toda la Escritura: “YO SOY EL QUE SOY.” Es decir, “Yo existo por mí mismo, no cambio, y estoy siempre presente.” Dios no solo le da un nombre, le da una garantía: su presencia es su respaldo.
Nuevo Testamento: Juan 14:15-21
En Juan 14:15–21, Jesús promete enviar al Espíritu Santo. Lo llama “otro Consolador”, alguien que estaría con ellos para siempre. Aunque Él se iría físicamente, Dios mismo permanecería con sus discípulos, morando en ellos.
Ambos pasajes nos revelan un Dios que no envía desde la distancia, sino que acompaña con cercanía. Su nombre no solo es una etiqueta divina; es una promesa eterna de presencia.
Versículo Clave
Dios le contestó a Moisés: 'Yo soy el que soy. Dile esto al pueblo de Israel: Yo soy me ha enviado a ustedes.
Éxodo 3:14 (NTV)
Reflexiona
La vida tiene desiertos. Momentos de sequía, incertidumbre, miedo o decisiones difíciles. Moisés estaba a punto de entrar en uno de los desafíos más grandes de su vida: enfrentar al faraón. Y en ese momento, Dios no le dio un plan detallado… le dio un nombre: “YO SOY.”
Cuando no sabes qué viene, Dios te dice: “YO SOY contigo.”
Cuando sientes que no puedes más, Dios dice: “YO SOY tu fuerza.”
Cuando el futuro es incierto, Él sigue siendo el mismo: fiel, presente, suficiente.
¿Y sabes qué es lo más impresionante? Que ese mismo “YO SOY” que habló desde la zarza, es el mismo que Jesús prometió a sus discípulos como Espíritu Santo. No solo está contigo… vive en ti.
¿Te has detenido a pensar lo que eso significa?
No hay lugar tan seco, tan solitario o tan oscuro donde Dios no esté ya presente.
Preguntas de Aplicación:
-¿Qué desierto estás atravesando hoy que necesita ser redefinido por la presencia de Dios en lugar del miedo o la duda?
-¿Estás tratando de enfrentar tus batallas solo o estás aprendiendo a depender diariamente del Espíritu Santo que habita en ti?
-¿Cómo puedes hacer más consciente la presencia de Dios en tus rutinas diarias esta semana?
Oración
Padre eterno, gracias porque no eres un Dios lejano ni ocasional. Eres el “YO SOY”, siempre presente, siempre fiel, siempre suficiente. Cuando mi corazón se llena de temor, recuérdame que estás conmigo. Cuando dude de mi capacidad, recuérdame que tu Espíritu habita en mí. Enséñame a vivir consciente de tu presencia y a depender de tu guía todos los días. Amén.