DÍA 4: Ritmos que recuerdan: no olvidar quién manda en mi vida

DÍA 4: Ritmos que recuerdan: no olvidar quién manda en mi vida

Lectura

Antiguo Testamento: Éxodo 34:18–28

Dios repasa leyes sobre fiestas, primogénitos, descanso, ofrendas y consagración del tiempo. Estos ritmos buscan mantener al pueblo enfocado en quién es el Dios que los rescató y sustenta.

Nuevo Testamento: Hebreos 10:23–25

Se exhorta a no dejar de congregarse y a animarse mutuamente, recordando juntos la fidelidad de Dios en medio de la rutina.

Versículo Clave

»Tienes seis días en la semana para hacer tu trabajo habitual, pero el séptimo día dejarás de trabajar, incluso durante la temporada del arado y de la cosecha.

Éxodo 34:21

Reflexiona

Dios sabe que somos olvidadizos. Por eso establece ritmos: fiestas, descanso, primicias. No son solo rituales vacíos; son recordatorios vivientes de quién manda, quién provee y quién rescata. Descansar incluso en temporada de cosecha es un golpe frontal a la mentalidad de control: nos enseña a confiar más en Dios que en nuestro rendimiento.

Hoy, esos principios se aplican a cómo organizas tu tiempo, cuánto valor das al descanso, la adoración y la comunidad de fe. Si todo es trabajo, producción y carrera, es fácil que el corazón se endurezca y pierdas de vista de quién depende todo. Crear y cuidar ritmos espirituales día, semana, mes, no es legalismo; es medicina para el alma y protección contra la idolatría del rendimiento.

Preguntas de reflexión

-¿Qué ritmos espirituales tengo (o necesito recuperar) para recordar que Dios es el centro de mi vida?

-¿Estoy dispuesto a honrar tiempos de descanso y adoración aunque sienta presión por producir más?

-¿Cómo puedo, junto con otros, establecer prácticas que nos mantengan enfocados en la fidelidad de Dios?

Oración

Dios, ordena mi tiempo y mis prioridades. Enséñame a descansar, celebrar y darte lo primero, para recordar siempre que Tú eres el Señor de mi vida. Amén.