DÍA 4: Un hambre por más: “Muéstrame tu gloria”
Lectura
Antiguo Testamento: Éxodo 33:18–23
Tras obtener la promesa de Su presencia, Moisés pide un regalo más: “Déjame ver tu gloria”. Dios le responde que verá Su bondad, pero pone límites para cuidar a Moisés de la plenitud de Su santidad.
Nuevo Testamento: Filipenses 3:7–14
Pablo expresa su deseo de conocer a Cristo cada vez más, y seguir corriendo la carrera, nunca conformarse ni quedarse a mitad de camino.
Versículo Clave
Moisés respondió:
—Te suplico que me muestres tu gloriosa presencia.
Éxodo 33:18
Reflexiona
La religiosidad se conforma con rutinas. El verdadero creyente siempre quiere más de Dios, más de Su carácter, más de Su presencia, más de Su verdad. Moisés no se acomoda ni a las bendiciones ni a la rutina de líder exitoso. Busca la gloria: quiere conocer a Dios, aunque solo pueda soportar una pequeña muestra. Dios responde mostrando Su bondad y Su nombre, enseñando que la plenitud se encuentra en lo que Él revela, no en lo que nosotros exigimos.
La madurez espiritual crece cuando hay hambre por Dios. ¿Cuándo fue la última vez que pediste ver Su gloria, que apartaste el tiempo y el corazón para más que peticiones? Sueña en grande espiritualmente: pídele a Dios más visión, más pureza, más pasión. Él se deja ver por quienes le quieren buscar de verdad.
Preguntas de reflexión
-¿He perdido el hambre por Dios y me he quedado estancado? ¿Qué me está impidiendo ir más profundo?
-¿En qué área quiero pedirle hoy con valentía: “Muéstrame tu gloria”?
-¿Qué pasos nuevos podría dar para abrir espacio y tiempo a experiencias más vivas y reales con Dios?
Oración
Padre, dame hambre de tu presencia. Enséñame a pedir más, a buscar más y a vivir con la expectativa de tu gloria en todas las áreas de mi vida. Amén.