DÍA 3: Señor, si no vas conmigo, no quiero avanzar.

DÍA 3: Señor, si no vas conmigo, no quiero avanzar.

Lectura

Antiguo Testamento: Éxodo 33:12–17

Moisés insiste: no basta con seguir la ruta o tener promesa; la única garantía verdadera es la presencia personal de Dios. Su oración es radical: “Si no vas conmigo, no me hagas salir de aquí”.

Nuevo Testamento: Juan 14:16–18

Jesús promete el Espíritu Santo para que nunca caminemos solos. No somos huérfanos: Dios mismo nos acompaña siempre que le demos la bienvenida.

Versículo Clave

Entonces Moisés dijo:

—Si tú mismo no vienes con nosotros, no nos hagas salir de este lugar.

Éxodo 33:15

Reflexiona

La independencia puede verse como valor, pero en la vida espiritual es una trampa. Moisés sabe que el éxito, el resultado o el aplauso no suplen la seguridad y la bendición que solo viene con la presencia de Dios. Mejor esperar, perder oportunidades o quedarse quieto que moverse sin Su guía. Es una oración desafiante: Señor, si tú no vas con nosotros, frena nuestros pasos.

En tu vida, exígete honestidad: ¿en qué proyectos, relaciones o sueños me lancé y nunca consulté ni esperé la convicción de Dios? ¿Qué significa pausar un momento para pedir Su dirección, aunque me gane la impaciencia? Vivir así requiere fe y desprendimiento, pero te da una libertad y una paz imposibles de fabricar por uno mismo.

Preguntas de reflexión

-¿Qué decisiones necesito consultar antes de dar el siguiente paso?

-¿Estoy dispuesto a esperar o incluso soltar caminos si Dios no aprueba?

-¿Cómo puedo hacer práctica la dependencia constante del Espíritu Santo en mi vida?

Oración

Dios, enséñame a elegir tu presencia antes que el progreso. Haz que mi mayor meta sea caminar pegado a Ti, con tu paz y tu voz como guía. Amén.