DÍA 4: Las consecuencias del pecado y la esperanza de la restauración
Lectura
Antiguo Testamento: Éxodo 32:15–35
Moisés confronta el pecado, destruye el becerro y llama al arrepentimiento. Aun hay consecuencias, pero Dios no los abandona; la respuesta final es restauración y nueva oportunidad.
Nuevo Testamento: 1 Juan 1:8–9
Si confesamos nuestros pecados, Dios es fiel y justo para perdonarnos y limpiarnos. El arrepentimiento sincero siempre abre camino a la restauración.
Versículo Clave
Así que se paró a la entrada del campamento y gritó: «Todos los que estén de parte del Señor, vengan aquí y únanse a mí». Y todos los levitas se juntaron alrededor de él.
Éxodo 32:26
Reflexiona
Hay momentos en la vida en los que lo hecho no se puede deshacer, y enfrentamos las consecuencias de malas decisiones. No hay escape fácil, pero siempre hay un camino de regreso: reconocer, asumir, confesar y volver al Señor. La restauración nunca significa que el pecado queda sin importancia; implica asumirlo de frente, recibir el perdón de Dios y comprometerte a andar distinto.
Hoy, si te pesa una culpa o arrastras un pasado, levántate y da un paso para volver al Señor. Confiesa, pide ayuda, toma decisiones prácticas para alejarte del mal y acércate a condiciones donde el bien pueda florecer en ti. Las consecuencias son reales, pero la gracia es mayor y siempre hay oportunidad para regresar y comenzar a restaurar lo dañado en su poder.
Preguntas de reflexión
-¿En qué área necesito dejar de justificarme y buscar una restauración real con Dios y otros?
-¿A qué pasos prácticos me está llamando el Señor para cambiar o pedir ayuda desde hoy mismo?
-¿Cómo puedo compartir esperanza y restauración con otros que viven bajo culpa o fracaso?
Oración
Señor, dame valor para enfrentar mis caídas y buscar tu restauración. Que tu gracia y tu verdad me guíen de nuevo a ti y me enseñen a vivir desde la esperanza. Amén.