DÍA 1: Invitados a lo sagrado: Cuando Dios llama a acercarse
Lectura
Antiguo Testamento: Éxodo 24:1-4
Dios llama a Moisés, Aarón, Nadab, Abiú y setenta ancianos a acercarse a la montaña. Aunque el pueblo mantiene distancia, unos pocos son invitados a experimentar de cerca la presencia de Dios y a escuchar la Palabra para guiar al pueblo.
Nuevo Testamento: Hebreos 4:16
Por medio de Cristo, todos son invitados a acercarse confiadamente al trono de gracia de Dios, con seguridad de encontrar ayuda oportuna.
Versículo Clave
solo a Moisés se le permite acercarse al Señor. Los demás no se acercarán, y a nadie del pueblo se le permite subir al monte con él».
Éxodo 24:2
Reflexiona
A veces, podemos sentir que Dios es lejano o reservado para “super espirituales”, pero desde el principio, Su deseo es llamarnos y acercarnos a lo sagrado. Aunque en Sinaí solo unos pocos subieron, en Cristo la invitación es para todos. En la vida diaria, acercarse significa separar tiempos de intimidad con Dios, buscar Su voluntad, preguntar y escuchar, aun cuando requiere salir de la zona de confort o asumir nuevas responsabilidades.
Dejar que Dios nos acerque no es cuestión de mérito, sino de gracia y respuesta. Cada vez que decido ponerme delante de Su Palabra, escuchar en oración o servir a otros, respondo a esa invitación. Hoy, acércate, aunque te parezca poco espectacular o sientas que no eres el más capaz. Dios se especializa en invitaciones inesperadas y cambia la vida de los que aceptan.
Preguntas de reflexión
-¿Resisto la invitación de Dios por sentirme indigno o muy ocupado?
-¿Qué decisión puedo tomar hoy para acercarme un paso más a Su presencia y Su voluntad?
-¿Cómo puedo invitar a otros a vivir más cerca de Dios, como familia o comunidad?
Oración
Señor, gracias porque me invitas a acercarme. Dame disposición y valentía para buscarte en lo cotidiano y enseñarme a invitar a otros a tu mesa. Amén.