DÍA 4: Caminar con Dios en la promesa: confianza en su guía permanente
Lectura
Antiguo Testamento: Éxodo 23:20–33
Dios promete enviar un ángel para guiar y proteger a Israel en el camino hacia la tierra prometida. Las instrucciones son claras: obedecer y confiar garantizarían victoria y plenitud.
Nuevo Testamento: Juan 14:26
Jesús promete al Espíritu Santo como el ayudador que enseñará, recordará y acompañará a los creyentes en todo momento.
Versículo Clave
»Mira, yo envío un ángel delante de ti para que te proteja en el viaje y te lleve a salvo al lugar que te he preparado.
Éxodo 23:20
Reflexiona
Cada día es una travesía con promesas y desafíos. El pueblo de Israel tenía que caminar con fe, confiando en la presencia invisible pero real de Dios a su lado. Esa promesa sigue viva: el Espíritu de Dios nos guía, advierte y fortalece cuando elegimos escuchar. Obedecer no es una obligación; es el camino más seguro para alcanzar todo lo que Él ha preparado.
Caminar con Dios es dejar de vivir en modo supervivencia para vivir con propósito. Cuando reconoces Su guía, las decisiones tienen dirección, las caídas enseñan y las bendiciones no se vuelven distracciones. La compañía de Dios no significa ausencia de problemas, sino certeza de Su intervención constante. Nada te pasará inadvertido si caminas con atención a Su voz.
Preguntas de reflexión
-¿Cómo estoy reconociendo la guía de Dios en mi jornada actual?
-¿Qué cambios necesito hacer para caminar de la mano de Su Espíritu y no de mis impulsos?
-¿De qué manera puedo recordar cada día que Dios va delante de mí abriendo camino?
Oración
Señor, gracias porque no camino solo. Abre mis oídos a tu voz y hazme sensible a tu dirección. Guíame con tu Espíritu y llévame hacia tus promesas con obediencia y paz. Amén