DÍA 4: Del asombro a la obediencia: del Sinaí al corazón

DÍA 4: Del asombro a la obediencia: del Sinaí al corazón

Lectura

Antiguo Testamento: Éxodo 19:20–25

Dios llama a Moisés al monte y le insiste: advierte otra vez al pueblo sobre traspasar los límites. El asombro debe convertirse en obediencia perseverante, no en mera emoción pasajera.

Nuevo Testamento: Juan 14:15

“Si me aman, obedezcan mis mandamientos”. El amor se vuelve concreto en obediencia. No basta la experiencia intensa; se requiere fidelidad diaria.

Versículo Clave

Entonces el Señor le dijo a Moisés:

—Baja de nuevo y advierte al pueblo que no traspase los límites para ver al Señor, porque quien lo haga morirá.

Éxodo 19:21

Reflexiona

“Desciende y advierte al pueblo que no traspasen los límites para ver al Señor, porque muchos morirían.”

Reflexión: El corazón humano puede quedar fascinado por lo extraordinario y, sin embargo, desobedecer al poco tiempo. Dios repite la advertencia: no confundan emoción con obediencia. El evangelio une ambos: amor que siente y amor que actúa, adoración vibrante y ética cotidiana.

Pasar del Sinaí al corazón hoy significa traducir el asombro del domingo en decisiones del lunes o mejor dicho a decisiones 15 minutos después de que sales del servicio: honestidad cuando nadie ve, fidelidad en promesas pequeñas, compasión con los difíciles, integridad en el dinero, pureza en lo digital. El Espíritu nos recuerda las palabras de Jesús para que la devoción sea camino, no destello. La obediencia no nos gana el amor de Dios; lo expresa. Y la repetición no es desconfianza; es misericordia.

Preguntas de Reflexión

-¿Qué emoción espiritual reciente necesitas convertir en dos obediencias concretas esta semana?

-¿En qué área tiendes a “trazar” tus propios límites y cómo rendirás ese control a Dios?

-¿Quién caminará contigo como apoyo para sostener hábitos de obediencia?

Oración

Padre, transforma mi asombro en obediencia fiel. Que el ardor de tu presencia se convierta en decisiones diarias que te honren. Dame constancia, comunidad y gozo en el camino de tus mandatos. Amén.