DÍA 1: Llamados a pertenecer: Tesoro especial en sus manos.
Lectura
Antiguo Testamento: Éxodo 19:1–6
A tres meses del éxodo, Dios llama a Israel al Sinaí y recuerda lo que hizo “como en alas de águila”. Les propone una relación de pacto: si escuchan y obedecen, serán Su tesoro especial, un reino de sacerdotes y una nación santa.
Nuevo Testamento: 1 Pedro 2:9–10
Pedro aplica a la iglesia el lenguaje de Éxodo: pueblo escogido, real sacerdocio, nación santa, llamados de tinieblas a luz admirable, para anunciar Sus obras. La identidad conduce a la misión.
Versículo Clave
Ahora bien, si me obedecen y cumplen mi pacto, ustedes serán mi tesoro especial entre todas las naciones de la tierra; porque toda la tierra me pertenece.
Éxodo 19:5
Reflexiona
Dios no inicia con exigencias sino con identidad: “Ustedes vieron lo que hice… los traje hacia mí”. Antes de pedir, recuerda Su rescate y Su cuidado.
La obediencia cristiana nace de la gratitud y la pertenencia, no del miedo.
Ser “tesoro especial” no es elitismo espiritual; es responsabilidad: representar a Dios como sacerdotes en la vida diaria intercediendo, sirviendo, bendiciendo.
En la práctica, identidad y misión se entrelazan: saber quién soy en Cristo define cómo vivo en la oficina, en el hogar y en la calle. Un “reino de sacerdotes” significa que mi agenda, mis palabras y mis decisiones median la presencia de Dios a otros. Hoy, ¿qué tono tiene mi trato con las personas: juicio o intercesión? ¿Distancia o puente? Dios nos recuerda:
“Los traje hacia mí”, para luego enviarnos hacia el mundo.
Aplicación diaria: empieza tu día anclando la identidad antes de tu actividad. Puedes pensar: “Soy de Cristo; hoy sirvo como sacerdote”. Luego elige un acto sacerdotal concreto: orar por un colega, escuchar sin interrumpir, ofrecer ayuda discreta, pedir perdón primero. Pequeños actos sostenidos edifican una cultura distinta donde Cristo se vuelve visible.
Preguntas de reflexión
-¿Qué mentira sobre tu identidad necesitas reemplazar hoy con “soy Su tesoro especial”?
-¿Qué acto sacerdotal específico realizarás hoy a favor de alguien (interceder, servir, reconciliar)?
-¿Cómo cambiaría tu semana si inicias cada día recordando: “fui traído hacia Él para ser enviado a otros”?
Oración
Señor, gracias por traerme hacia Ti y llamarme tu tesoro especial. Alinea mi corazón con tu pacto para vivir como sacerdote en lo cotidiano. Que mis palabras, decisiones y silencios te reflejen hoy. Amén.