DÍA 3: Después del milagro: aprender a reconocer la mano de Dios
Lectura
Antiguo Testamento: Éxodo 14:23–31
Dios termina de salvar al pueblo; los egipcios son derrotados y el pueblo de Israel ve la mano poderosa del Señor actuar. Surge reverencia, confianza y reconocimiento genuino de la obra de Dios.
Nuevo Testamento: Lucas 17:11–19
Jesús sana a diez leprosos, pero sólo uno regresa agradecido y reconoce el poder de Dios, enseñando la importancia de reconocer y rendirse ante la acción divina en nuestra vida.
Versículo Clave
Cuando el pueblo de Israel vio el gran poder que el Señor había desatado contra los egipcios, se llenaron de temor reverente delante de él. Entonces pusieron su fe en el Señor y en su siervo Moisés.
Éxodo 14:31
Reflexiona
Muchas personas experimentan milagros o respuestas impresionantes de Dios, pero pocos toman el tiempo necesario para agradecer, reflexionar y cambiar su confianza.
Los israelitas, ante la salvación divina, respondieron con reverencia y confianza renovada. ¿Y tú?
El problema moderno es olvidar rápido lo que ya se ha recibido. Tras una sanidad, reconciliación, provisión o protección, seguimos como si nada hubiera pasado. Jesús valora el corazón agradecido y la conciencia plena de dónde proviene el milagro.
Revive en tu memoria un milagro, una salida o una respuesta divina en tu vida. Toma tiempo para agradecer, compartir tu experiencia con otros y renovar la confianza en situaciones presentes, basándote en lo que ya viste que Dios puede hacer.
Preguntas de reflexión
-¿Reconozco los milagros y las acciones de Dios en mi vida diaria?
-¿Cómo puedo cultivar una actitud de gratitud y reverencia permanente?
-¿De qué manera puedo compartir los milagros recibidos para edificar la fe de otros?
Oración
Señor, abre mis ojos para ver cada milagro y cada acto de amor tuyo. Hazme agradecido y reverente; que mi confianza se fortalezca al recordar tu fidelidad. Llena mi vida de alabanza y gratitud por todo lo que haces. Amén.