DÍA 1: Cuando Dios te apura: el valor de avanzar sin mirar atrás
Lectura
Antiguo Testamento: Éxodo 12:33–39
Los egipcios insisten en que Israel salga rápidamente de Egipto, temiendo por sus vidas tras la plaga final. El pueblo se marcha tan pronto que ni siquiera logra leudar el pan; su partida es urgente y definitiva, indicio de que la libertad muchas veces no espera a que estemos listos.
Nuevo Testamento: Filipenses 3:13–14
Pablo enseña la importancia de olvidar lo que queda atrás y esforzarse hacia lo que está delante, usando la imagen del atleta que corre sin mirar hacia el pasado, sino concentrado en el premio por delante.
Versículo Clave
Todos los egipcios apresuraban al pueblo de Israel a que abandonara la tierra cuanto antes, porque pensaban: «¡Todos moriremos!».
Éxodo 12:33
Reflexiona
A veces Dios provoca cambios repentinos, aún cuando sentimos que no estamos preparados. El pueblo de Israel debió abandonar Egipto de inmediato, y en ocasiones la vida espiritual nos pone en situaciones donde avanzar es urgente: terminar una relación, cambiar de trabajo, dejar un hábito, reconciliarse o dar un paso decidido en fe.
La tentación puede ser mirar atrás, mantener nostalgias del pasado o querer entenderlo todo antes de responder. Sin embargo, la fe activa implica moverse cuando Dios lo manda, confiando en que sus tiempos son perfectos aunque sean “imperfectamente” cómodos para nosotros. Pablo nos llama a no quedarnos en lo que fue, sino avanzar con esperanza y convicción.
Practica cerrar ciclos: identifica una situación que pide avance y decide dejar atrás los temores o la indecisión. Conversa con alguien de confianza y pide su apoyo. En la prisa divina, hay cuidado, propósito y nuevas oportunidades, aunque pareciera que todo se mueve demasiado rápido.
Preguntas de reflexión
-¿Qué “urgencia espiritual” siento actualmente y qué me detiene?
-¿Cómo puedo aplicar la actitud de “no mirar atrás” a una situación presente?
-¿A quién puedo pedir ayuda o consejo para avanzar y no quedarme en el pasado?
Oración
Señor, ayúdame a avanzar cuando tu llamado es urgente. Dame valor para soltar el pasado, dejar todo lo que me ata y confiar en tus tiempos. Hazme sensible a tu dirección y dispuesto a cruzar hacia lo nuevo, sabiendo que tú me sostienes. Amén.