DÍA 4: El Llamado de Dios
Lectura
Después, el faraón, rey de Egipto, dio la siguiente orden a las parteras hebreas Sifra y Pua: «Cuando ayuden a las mujeres hebreas en el parto, presten mucha atención durante el alumbramiento. Si el bebé es niño, mátenlo; pero si es niña, déjenla vivir». Sin embargo, como las parteras temían a Dios, se negaron a obedecer las órdenes del rey, y también dejaron vivir a los varoncitos.
Entonces el rey de Egipto mandó llamar a las parteras:
—¿Por qué hicieron esto?—les preguntó—. ¿Por qué dejaron con vida a los varones?
—Las mujeres hebreas no son como las egipcias—contestaron ellas—, son más vigorosas y dan a luz con tanta rapidez que siempre llegamos tarde.
Por eso Dios fue bueno con las parteras, y los israelitas siguieron multiplicándose, y se hicieron cada vez más poderosos. Además, como las parteras temían a Dios, él les concedió su propia familia.
Éxodo 1:15-21
Éxodo 1:15-21
Faraón, alarmado por el crecimiento del pueblo hebreo, ordena a las parteras que maten a todos los bebés varones al momento de nacer. Sin embargo, Sifrá y Fuá, temerosas de Dios, deciden no obedecer esta injusta orden. Su fidelidad y valentía no sólo salvan vidas, sino que Dios las bendice con familias propias por haber actuado en obediencia a Él antes que a los hombres.
Versículo Clave
Tú lo traerás y lo plantarás en tu propio monte,
el lugar, oh Señor, reservado para tu morada,
el santuario, oh Señor, que tus manos establecieron.
Éxodo 15:17
Reflexiona
Las presiones externas pueden llevarnos a comprometer nuestra fe. Hoy, quizás no enfrentamos un mandato tan cruel como el de Faraón, pero sí vivimos en una sociedad que nos empuja constantemente a callar nuestras convicciones, a ceder ante lo culturalmente aceptable, y a ignorar el llamado de Dios en momentos críticos.
Las parteras hebreas no tenían poder, posición ni protección... pero tenían temor de Dios. Y eso las hizo valientes. En lugar de pensar en lo que podían perder, pensaron en lo que era correcto delante del Señor.
¿Cuántas veces nuestras decisiones se ven influenciadas más por el miedo que por la fe? ¿Qué nos impide obedecer a Dios por encima de todo? Estas mujeres nos recuerdan que, aunque la presión sea grande, la fidelidad a Dios trae su favor y recompensa.
Preguntas de Aplicación:
-¿Qué situaciones hoy te presionan a comprometer tu fe o valores?
-¿Cuál ha sido una decisión difícil en la que elegiste obedecer a Dios? ¿Qué aprendiste de esa experiencia?
-¿Cómo puedes cultivar un temor reverente a Dios que te fortalezca para momentos de presión?
Oración
Señor, dame el valor para mantenerme firme en ti, aun cuando la presión me empuje a ceder. Ayúdame a ser como las parteras hebreas: obediente, temeroso de ti, y confiado en tu justicia. Que mi fidelidad sea un testimonio de tu poder. Amén.