DÍA 1: Dios Está en Control
Lectura
Antiguo Testamento
Estos son los nombres de los hijos de Israel (es decir, Jacob) que se trasladaron a Egipto con su padre, cada uno con su familia: Rubén, Simeón, Leví, Judá, Isacar, Zabulón, Benjamín, Dan, Neftalí, Gad y Aser. En total, Jacob tuvo setenta descendientes en Egipto, incluido José, quien ya se encontraba allí.
Con el tiempo, José y sus hermanos murieron y toda esa generación llegó a su fin. Pero sus descendientes—los israelitas—tuvieron muchos hijos y nietos. De hecho, se multiplicaron tanto que llegaron a ser sumamente poderosos y llenaron todo el territorio.
Tiempo después, subió al poder de Egipto un nuevo rey que no conocía nada de José ni de sus hechos. El rey le dijo a su pueblo: «Miren, el pueblo de Israel ahora es más numeroso y más fuerte que nosotros. Tenemos que idear un plan para evitar que los israelitas sigan multiplicándose. Si no hacemos nada, y estalla una guerra, se aliarán con nuestros enemigos, pelearán contra nosotros, y luego se escaparán del reino».
Por lo tanto, los egipcios esclavizaron a los israelitas y les pusieron capataces despiadados a fin de subyugarlos por medio de trabajos forzados. Los obligaron a construir las ciudades de Pitón y Ramsés como centros de almacenamiento para el rey. Sin embargo, cuanto más los oprimían, más los israelitas se multiplicaban y se esparcían, y tanto más se alarmaban los egipcios. Por eso los egipcios los hacían trabajar sin compasión. Les amargaban la vida forzándolos a hacer mezcla, a fabricar ladrillos y a hacer todo el trabajo del campo. Además, eran crueles en todas sus exigencias.
Éxodo 1:1-14
Nuevo Testamento
»Por eso les digo que no se preocupen por la vida diaria, si tendrán suficiente alimento y bebida, o suficiente ropa para vestirse. ¿Acaso no es la vida más que la comida y el cuerpo más que la ropa? Miren los pájaros. No plantan ni cosechan ni guardan comida en graneros, porque el Padre celestial los alimenta. ¿Y no son ustedes para él mucho más valiosos que ellos? ¿Acaso con todas sus preocupaciones pueden añadir un solo momento a su vida?
»¿Y por qué preocuparse por la ropa? Miren cómo crecen los lirios del campo. No trabajan ni cosen su ropa; sin embargo, ni Salomón con toda su gloria se vistió tan hermoso como ellos. Si Dios cuida de manera tan maravillosa a las flores silvestres que hoy están y mañana se echan al fuego, tengan por seguro que cuidará de ustedes. ¿Por qué tienen tan poca fe?
»Así que no se preocupen por todo eso diciendo: “¿Qué comeremos?, ¿qué beberemos?, ¿qué ropa nos pondremos?”. Esas cosas dominan el pensamiento de los incrédulos, pero su Padre celestial ya conoce todas sus necesidades. Busquen el reino de Dios por encima de todo lo demás y lleven una vida justa, y él les dará todo lo que necesiten.
»Así que no se preocupen por el mañana, porque el día de mañana traerá sus propias preocupaciones. Los problemas del día de hoy son suficientes por hoy.
Mateo 6:25-34
Éxodo 1:1-14
La historia comienza con los descendientes de Jacob establecidos en Egipto. A medida que su número crece, también crecen el temor y la opresión por parte del nuevo faraón, quien no conocía a José ni su legado. El pueblo de Israel es forzado a trabajos duros y esclavitud cruel. Pero, sorprendentemente, cuanto más los oprimían, más se multiplicaban. A pesar de estar en un lugar de dolor, Dios no está ausente: Él sigue cumpliendo su promesa de multiplicarlos.
Mateo 6:25-34
Jesús llama a sus oyentes a no vivir atrapados por la preocupación del día a día. En cambio, los dirige a confiar en la fidelidad del Padre, quien cuida de las aves y las flores... ¡cuánto más cuidará de nosotros! La clave no es ignorar la realidad, sino aprender a vivir con fe: buscar primero el Reino de Dios, y confiar en que lo demás vendrá por añadidura.
Versículo Clave
Sin embargo, cuanto más los oprimían, más los israelitas se multiplicaban y se esparcían, y tanto más se alarmaban los egipcios.
Éxodo 1:12
Reflexiona
Hay temporadas en la vida donde las cosas parecen empeorar, no mejorar. Donde oramos, pero la situación no cambia. Donde trabajamos, pero los frutos no llegan. Nos sentimos olvidados, frustrados o simplemente agotados. Así debieron sentirse los israelitas en Egipto… oprimidos, esclavizados, usados. Sin embargo, el texto nos da una pista del corazón de Dios: “cuanto más los oprimían, tanto más se multiplicaban.”
Esto nos enseña que Dios no está ausente en el dolor. Está presente, trabajando en silencio, multiplicando en medio de lo que parece estancamiento. Y más aún: Dios siempre cumple sus promesas, incluso cuando parece que el enemigo tiene la ventaja.
Jesús retoma esta idea en Mateo 6: Dios cuida, provee, atiende. Él ve tu lucha, conoce tus temores, y te invita a un descanso activo: seguir buscando su reino mientras Él se encarga de lo demás.
Quizás hoy no ves los resultados que esperas, pero no estás solo. Dios está en control. Y eso es suficiente para seguir adelante con esperanza.
Preguntas de Aplicación:
-¿Qué área de tu vida parece estar fuera de control hoy y necesita ser rendida nuevamente a Dios?
-¿De qué formas prácticas puedes confiar más en el cuidado de Dios esta semana? (Ej. delegar algo, dejar de sobrepensar, tomar un paso de fe).
-¿Qué pensamiento o mentira debes dejar de alimentar para comenzar a creer que Dios sigue obrando, incluso en silencio?
Oración
Señor, gracias porque incluso cuando todo parece estar en caos, tú sigues teniendo el control. Ayúdame a confiar más, a soltar lo que no puedo cambiar, y a caminar con la certeza de que tú estás presente en cada detalle. Que mi vida refleje paz, no porque todo esté perfecto, sino porque sé en quién he confiado. Amén.